En la década de 1970, los pediatras recomendaban poner a dormir a los bebés solo boca abajo: se tardó casi veinte años en darse cuenta de que esta posición estaba directamente relacionada con el alarmante aumento de las muertes infantiles súbitas.
El abandono de esta recomendación ha permitido una caída espectacular del número de muertes. Una victoria contundente para una medicina que parece haber olvidado que estuvo en el origen del drama...
Hoy, para evitar todo riesgo, se impone una nueva regla a los padres: dormir solo boca arriba y esto desde el nacimiento. Desafiando la presión que ejerce esta posición sobre la parte posterior del cráneo del recién nacido, que es muy maleable durante los primeros meses. Y como desafío a un aumento epidémico en el número de deformidades craneales cuyas consecuencias no son solo estéticas una cabeza plana, sino posiblemente vertebrales o psicomotoras.
¿Cuándo podrá la medicina redescubrir el “sentido común”? Esta lucha contra la plagiocefalia reúne a los doctores Thierry Marck, pediatra, y Bernadette de Gasquet, médica especializada en preparación al parto y apoyo postparto. Es imperativo organizar el cribado, aprender a observar un cráneo y medir una deformación, desarrollar una política de prevención eficaz y, si es necesario, no dejar pasar la hora del tratamiento reparador.