Lolo La Hermosa Excusa

Érase una vez, en un pequeño pueblo al sur del Peloponeso, un niño pequeño dormía la siesta con su padre, bajo un olivo. En ese momento, este niño solo tenía una idea: que su papá se durmiera lo antes posible para reunirse con sus amigos. Todavía no sabía que bajo este nudoso olivo estaba su destino, que iba a seguir los pasos de sus antepasados ​​y convertirse a su vez en productor de aceite de oliva, el oro líquido del Mediterráneo.